Inconveniente más relevante de la comunidad que no le ha permitido
tener una convivencia armónica, concertada y consensuada en las comunidades en
las cuales reside cada estudiante.
Claudia Mónica Puentes Torres
El problema más relevante de la comunidad bogotana, es la falta de tolerancia, la falta de un sentido de comunidad, la lucha por la supervivencia individualista en una sociedad mercantilista que ha desfigurado los valores.
A partir de la postura de Gaitán se evidencia la importancia de
valorar la convivencia como una responsabilidad natural de la comunidad con su
propio desarrollo. Sin embargo, en la ciudad en la que habito no hay una
convivencia exitosa, por el contrario, a partir de la observación de mi
comunidad considero que el problema más grande en Bogotá es la pérdida de los
valores que se traduce en intolerancia. A diario se presentan situaciones de violencia,
donde los habitantes de la ciudad se enfrentan por las situaciones más
intrascendentes. Justamente el fin de semana anterior unos amigos de mis hijos
salieron a la tienda y ante su risas un taxista se sintió burlado y bajó del
carro para amenazarlos con un cuchillo. Esto no es convivencia.
Actualmente, el discurso de
Gaitán sigue vigente. Igual que en ayer, la realidad del país sigue enmarcado
en la desigualdad. La guerra y mantener las estructuras políticas son el
aparente fin en el que se emplean las finanzas públicas, sin embargo, la
realidad es que gran parte de los recursos colectivos son usados en financiar
la corrupción. Una corrupción que impide que se abran escuelas, que se dote a
los hospitales, que se garanticen los derechos a los ciudadanos. En Bogotá la
percepción de los habitantes es que hay inseguridad. Una ciudad donde no hay
derecho a transitar sin miedo a ser asaltado, una ciudad totalmente desigual,
donde muy pocos viven bien y muchos viven muy mal. Y frente a esto, los habitantes
no tienen un sentido de colectividad, porque sienten que no hay forma de
mejorar la realidad de la ciudad.
La convivencia sana
requiere de sensatez que se logra a partir de la educación de los miembros de
la comunidad. En la ciudad ha habido intentos por educar en la tolerancia.
Uno de ellos fue gestado por el alcalde Antanas Mockus, quien logró
emplear expresiones culturales como obras de teatro callejeras y el
trabajo de mimos al servicio de la educación en la tolerancia. Lamentablemente,
estos esfuerzos no fueron retomados por posteriores administraciones y se
ha dejado que la única cultura sea la del mercado, la de la competitividad, la
de la supervivencia. Así mismo, las expresiones culturales han abandonado su
responsabilidad social. Los niños que crecen reviviendo la vida y obra de los
narcotraficantes convertidos en telenovelas, difícilmente crean que los
problemas se pueden resolver dialogando.
Los valores se han perdido o se han difuminado.
Aquello que está bien, es el dinero y las propiedades. Ya no se habla del
respeto ni de la tolerancia. El valor se ha asimilado en la actualidad al
precio del mercado. Incluso el valor más básico, el valor de la vida se está
desvaneciendo y por ende, los principios se desvanecen.
Referencias
Bibliográficas
GOYENECHE RODRÍGUEZ, Jhon Mauricio. CONVIVENCIA
Y EXPRESIONES CULTURALES, Unidad 2
Lecciones 6, 7, 8, 9,10. UNAD 2008
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